Los que se lo perdieron, pinchen aquí…
o capaz que lo vieron, igual pueden también apretar aquí
CLARO DE LUNA
Se acercaba la hora del crepúsculo y ocasan mis piernas a la par
A un lado, medio sol me deslumbra por encima, media luna me llena
pies de pasto, cabellos ventosos y enredados a la cálida luz de un tiempo ya perdido en el que me encontré: Poeta aterciopelada.
Despierta, recién nacida de aquel tronco seco,
que danza al tormento: quieto luce, siempre quieto,
mi raíz ve primerísima la inmensidad dentro de un grano de arena.
Claro de Luna, guitarreada furiosa al calmo cielo.
Desierta hambruna, en el bosque nativo hoy brotamos sosegada máquina, dejó de producir y acaricia los sentidos del vivir.
Me lleno de espuma.
Me convierto en espuma, alunada me convierto agua.
La caracola indica el acto solemne a vela
¡Qué viento maravilloso!
Nuestra mirada deja mi sangre como marea revuelta.
¡Qué viento maravilloso!
¿Si? ¿Para qué?
Volar, cantar, perdernos.
Mi respiración tartamudea si escucha tu melodía.
Es la totalidad a pecho abierto.
Y la sangre de los poetas, envenenada, cesa y sana.
Y el dolor, que carcomía lo que debìa ser cadáver, cesa y sana entre tus dedos
entonas
vida y magia.
Guillermina Gómez
PARA UNA HERMOSA Y MAGICA NOCHE EN EL CABO
Entre resoplos furiosos de arena y mediodía entre tu boca y mis risas
Una luz
Entre colores apagados que viven a escondidas entre gotas de transpiraciòn ensuciando las mejillas
Una luz
Y si esperás un rato
Una luz
Que reboza de efusiva esperanza que te revienta de presencia
Una luz y despuès un suspiro
Pestañas entrelazadas y la columna que acompaña los agudos
Cada dedo en su lugar y la miscelánea pantalla que gradualmente se apaga
Flor Martínez
¿Qué trae a este faro de humanidad
a un territorio tan desolado?
¿Dónde la sombra, dónde el agua?
Donde el viento salado no da tregua.
¿Qué nos trae?
este presente colmado, clama odas al cielo azulado, al rojo, al dorado, de estrellas y lunas como ningunas.
El oleaje a sur y norte, todo puede perder el suelo, ganar el cielo, revolcar la mente hasta dejarla mansa.
¿Qué nos trajo y qué nos deja?
Una corporeidad inmensa que de diversos lenguajes se manifiesta.
La lenta cascada de colores que atardecen,
al son del piano que crece y decrece y se pasea por recuerdos de Chopin y de una abuela.
Tras sus manos da con su gesto un alma, amor sincero que su música encarna.
Martín Eirea
En un lugar fuera del tiempo
un hombrecito construye
historias con muñecos
modifica el pasado con canciones
mejora el presente con su gesto
A su alrededor un hada
cuece cuencos de emociones
baila el vals con forasteros
los hechiza con palabras viejas
Es fácil, dice.
Gabriel Richieri
Nos abraza una diosa,
esta noche no hay nada que pueda callar al amor,
suena el cielo, esta noche reciben las estrellas,
hoy no solo la luna mueve el agua.
mi cuerpo desvestido toca la luna, el claro
deja ver las siluetas titilando
y otra vez el amor sonando,
rebotando en las paredes de los ranchos,
derramando naranjas y violetas
La luna pide silencio
Los gigantes salen a volar
El hada nos invita
Es fácil dice, es fácil
Paula Bader
Finalizado el primer concierto de piano y voz de Eiko Senda y Federico Sanguinetti, un grupo de poetas rodeó en alabanzas a los artistas. Hablaban de las mil maravillas, del cielo, de las estrellas, de la emoción, de la felicidad. Entonces se me ocurre la idea… «y que tal si todo eso lo escriben con un vaso de vino y mañana lo leen entre piano y voz?». Y así se hizo.
El segundo concierto estalló en colores cuando los poetas fueron uno tras otro leyendo sus poemas. Fué tan impresionante, Eiko tuvo unas palabras acertadísimas sobre la voz, la palabra, la herramienta que al hombre lo hizo hombre y casi lo separa de los animales…no podemos dejar pasar tanta belleza sin compartirla…la segunda sorpresa fue cantar todos juntos al viejo y querido John….a piano partido.
«Imagina que no hay un paraiso, es facil si lo intentas, que no hay un infierno debajo y que arriba solo hay cielo, imagina a todos viviendo el presente, imagina que no hay países, no es difícil si lo intentas, sin razón para matar o morir y que no haya religiones, imagina a todos viviendo en paz. Podrás decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que un día te juntes con nosotros y el mundo será uno. Imagina que no existe propiedad, me pregunto si lo puedes hacer, sin razón para la codicia o el hambre, una hermandad humana. Podrás decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que un día te juntes con nosotros y el mundo será uno solo.»
Cabo Polonio, Tatuteatro, 21 de enero de 2021